LA IMPORTANCIA DE APRENDER A GESTIONAR LAS EMOCIONES
Entre las personas altamente sensibles (PAS) es sobradamente conocido el hecho de percibir intensamente las emociones, incluso llegando a sentir en muchos momentos que el mundo nos abruma.
ALTA EMOCIONALIDAD Y EMPATÍA EN LAS PAS
Debemos recordar que la alta emocionalidad y la empatía constituyen uno de los cuatro pilares básicos que caracterizan a las personas que poseen el rasgo de Alta Sensibilidad (Aron Elaine, 1996). Junto con éstas, para considerar que somos una PAS debemos reconocernos en tres cualidades más: procesamiento profundo de la información, reflexionando mucho y tendiendo a darle muchas vueltas a las cosas para llegar a comprenderlas profundamente; capacidad para percibir sutilezas y detalles en el entorno; y la sobreestimulación, derivada del procesamiento profundo de la información y la capacidad de percibir multitud de detalles a través de todas las vías sensoriales, incluyendo la carga emocional implícita que acompaña a cualquier tipo de estímulo y/o información.
Volviendo al tema que nos ocupa – alta emocionalidad y empatía – irremediablemente nos topamos con uno de los aspectos que se convierten en un objetivo fundamental de trabajo personal para mantener una relación sana con nosotros mismos y con nuestro entorno. Tanto para las PAS como para las no-PAS, la gestión emocional equilibrada es una llave que nos abre la puerta al bienestar psicológico, favoreciendo nuestro desarrollo personal, mejorando nuestras relaciones interpersonales, facilitando la toma decisiones, optimizando nuestro rendimiento, etc.
VIVIR EN EQUILIBRIO SIENDO PAS
Imaginemos que somos como una balanza. Pues bien, para poder vivir en equilibrio, si en un lado de la balanza se encuentra la alta emocionalidad de las PAS, en el otro platillo de la balanza necesitaremos poner muchas dosis de aprendizaje de gestión emocional para poder encontrar el equilibrio ente ambos platillos.
Muchas PAS hacen referencia a que les suele resultar complicado gestionar la intensidad de sus emociones y que estas, en muchas ocasiones, llegan a gobernar sus comportamientos sin darles opciones para poder actuar como les gustaría. Es como si la emoción secuestrara nuestro cerebro y fuera la que decide cómo vamos a comportarnos finalmente, sin ser capaces de parar, observar, analizar y modular lo que sentimos para poder actuar como nos gustaría.
Aunque a veces pensemos que aprender a gestionar nuestra intensidad es algo imposible, he de decir que, tanto por experiencia personal como profesional, es un hecho que, con una actitud de apertura al conocimiento personal y el deseo de aprender a ser más felices, podemos conseguir que nuestras emociones vivan a nuestro servicio, en lugar de vivir nosotros al servicio de ellas.
En el video que os dejo a continuación, podéis escuchar la charla con la que colaboré en la «I Semana de Alta Sensibilidad de México», donde profundizamos en todo lo relacionado con la alta emocionalidad y empatía de las PAS, ofreciendo recursos y herramientas para iniciar el camino del aprendizaje de la gestión emocional.
Deseo que pueda serte de utilidad.
Para más información, puedes ponerte en contacto conmigo en: info@clararamiroguzman.com